Y todas estas cosas…

Jesús en el Sermón del monte que dicen: “Pero buscad primero su reino y su justicia…”» y mis oyentes continuaron a coro: «y todas las demás cosas os serán añadidas». ¡Vaya! Sabía que iban a cambiar esa palabra clave; yo misma lo hago muchas veces para mi conveniencia. Esto sucede muy frecuentemente cuando tra- tamos de sacar un texto de su contexto. Ya que el pasaje correcto no dice todas las demás cosas, sino todas estas cosas. Y no podemos saber cuáles cosas son estas cosas a las que Jesús se refería, sin revisar los versículos que le anteceden. De todas partes de Galilea, de los alrededores de Siria, Decápolis, y de lugares tan lejanos como Jerusalén, Judea y del otro lado del río Jordán, venían multitudes a escuchar a Jesús hablar acerca de su reino. En cambio, Jesús hablaba de un estilo de vida; el estilo de vida de quienes tenían la intención de vivir en el reino. «No os acumuléis tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde los ladrones penetran y roban…» (Mateo 6:19).