No se trata de que amara más a unos que a otros. Sencillamente, Pedro, Jacobo y Juan fueron al parecer el «círculo íntimo» de Jesús de entre todos los discípulos. Jesús los invitó solo a ellos a que participaran de tres experiencias especiales con Él: la resurrección de la hija de Jairo, la transfiguración y su oración en el Getsemaní. ¿Qué vio en ellos que fueron merece- dores de esa distinción? Para responder a esta pregunta, es necesario meditar en estos tres acontecimientos. En el primero, el protagonista, angustiado sobremanera, se acerca a Jesús pidiendo por su hija enferma. Cabe resaltar que él era un líder religioso acercándose a Jesús de una forma muy diferente a sus colegas, que solo lo buscaban para encontrar fallas. Jesús decide ir con él; en el camino, es interceptado por una mujer necesitada de sanidad que toca su manto, y Jairo pierde varios minutos