Como cristianos, oramos o hemos orado por la salvación de seres queridos, y muchas veces no vemos los resultados que deseamos. Lo mismo hizo Pablo (Romanos 9:1-3, 10:1). Es verdad que no tenemos respuesta para esto. Lo que sí sabemos es que el dolor y el amor que nos hace orar por estas personas continúa en nosotros mientras siguen alejados del Señor. Nuestro Padre Celestial es en verdad un Dios que cumple sus promesas, que contesta todas las oraciones apropiadas y hechas en términos positivos. Oraciones apropiadas son las que fluyen de corazones obedientes y de fe que traen ante al Señor necesidades reales en una súplica para que sean escuchadas. La respuesta de nuestro Padre puede ser: «Sí, aquí y ahora, como me lo pides», o «Sí, pero en una mejor forma de como lo estás pidiendo» o «Sí, pero debes esperar; yo tomaré la acción correcta en el tiempo correcto, el cual no es ahora». Dios, el Padre Perfecto, ama dar buenos regalos a sus hijos, pero se reserva el derecho de dar solo lo mejor y solo de la mejor manera. Lo que Él da, por lo tanto, no es siempre lo que teníamos en mente. Las oraciones apropiadas siempre estarán hechas conforme a su voluntad… ¿pero eso qué significa? El Padre Nuestro nos lo muestra. Todas nuestras peticiones tienen que ser detalladas hacia un motivo, propósito y deseo…