Notas del Señor

Tomando unos días de descanso en la playa, me disponía a reforzar mi relación con Dios. El paisaje era ideal y el clima delicioso; así que me propuse salir al balcón todos los días que pasaríamos allí cuando todavía estuviera oscuro, para disfrutar del amanecer juntos, el Creador y yo. Aquello fue espectacular; esperar a oscuras a que saliera el astro rey con su gama de colores en el cielo, con la brisa suave, el ruido de las olas y el mover de las palmeras fue grandioso. Alababa a Dios por tan grande obra de arte. Al tercer día, mientras disfrutaba del amanecer, empecé a recibir «algo» de parte del Señor. Como no traía nada para anotar más que el celular con el que tomaba fotos, comencé a escribir en la aplicación de notas: