Icabod

Ese día (el de la foto) me impresionó esa nube tan espesa y tan baja asentada en un gran sector de la ciudad. Desde mi perspectiva pude apreciar la belleza del espléndido día. El cielo tan azul y el sol radiante pronosticaban un excelente día. Sin embargo, desde la perspectiva de los habitantes de las casas debajo de la nube, las cosas eran muy diferentes. Quizás pensaron que la nublazón anunciaba un aguacero, sin saber que más pronto de lo que imaginaban, tendrían un día maravilloso. Meditando en la fotografía, pienso que a menudo es como nos sucede con las tormentas en la vida. Vemos nuestra circunstancia con una perspectiva tan deprimida que perdemos la esperanza. No obstante, lo que Dios desea es que esperemos en Él y nos remontemos hacia las alturas como las águilas (Isaías 40:31)… por encima de las circunstancias difíciles. Hubo un tiempo en que el pueblo de Israel la pasó muy mal y se dejó llevar por la desesperanza…